Maribel y la extraña familia

 

Marcelino, un tímido y apocado muchacho de provincias, propietario de una fábrica de chocolates en su pueblo, presenta a su anciana madre a Maribel, la chica con quien pretende contraer matrimonio. Todos conviven en casa de la tía de Marcelino, donde la novia, que procede de una barra americana, se verá envuelta en los secretos y curiosidades de la extraña familia de su prometido.

Maribel y la extraña familia es una obra de madurez, donde se dan cumplida cita los rasgos más notorios del teatro de Mihura, ajeno, por decidida convicción, a cualquier tipo de compromiso social o político. Es un teatro de humor, con una serie de notas características, que se ponen ampliamente de manifiesto en Maribel y la extraña familia, donde Marcelino y Maribel personifican el conflicto hombre-mujer adobado por un tratamiento satírico, poético y tierno, donde la bondad, tan patente en los dos personajes centrales, y la comprensión están siempre presentes.

En suma, una comedia entrañable, donde, «la risa se dirige a la inteligencia»; y donde, por insólitas que parezcan las situaciones, se queda notoriamente lejos del llamado teatro del absurdo.